Quantum of Solace
"Quantum of Solace"
Director: Marc Forster
Guionistas: Paul Haggis, Neal Purvis & Robert Wade
Reparto: Daniel Craig, Olga Kurylenko,
Mathieu Amalric, Judi Dench, Giancarlo Giannini
EEUU- UK, 2008
OK, sé que están esperando y que estas noticias vuelan.
Acabo de salir de la première mundial de « Quantum of Solace », la pelicula número no-se-cuantos de la saga James Bond, con Daniel Craig herido a pocos metros de mí. El evento fue uno de los platos fuertes del London Film Festival y marca ademas el cumpleaños feliz en el centenario de Ian Fleming, su creador.
Londres se ha prepararado todo el año para recibir esta nueva entrega, haciendo gala de su hijo prodigo dedicándole sendas exposiciones y demases.
Sin embargo, a lo largo de la proyección no dejó de espantarme la imagen del alcalde de Sierra Gorda (la ciudad más rica de Chile) echándole el auto encima al equipo de rodaje de « Quantum of Solace » acompañado de un piño de gente gritando « Chile no es Bolivia, Chile no es Bolivia !!».
Lo más impactante es que sí, en « Quantum of Solace » Chile ES Bolivia.
Sin embargo, la distinción y diplomacia de Paul Haggis y su equipo de guionistas prefirieron enmascararla para no ir tan duro con una «democracia» como la nuestra, que trata de hacer todavía las cuentas con su sangriento pasado. De esta forma prefirieron situar su historia en tierra de Evo Morales, quien es - al parecer- menos buscapleitos que nosotros.
En fin, Bond esta vez está más triste que nunca, le mataron a la novia de «Casino Royale» (que es una suerte de episodio-uno) y quiere vengarse a como dé lugar. Pero como eso no lleva a ninguna parte, Daniel Craig no tiene nada del risueño Roger Moore o del seductor Sean Connery. Este Bond es serio, desabrido como una pantruca empaquetada en su traje Tom Ford que no se le raja por ninguna parte a pesar de tanta pirueta y voltereta a mano armada.
El malandra esta vez es un francés llamado Dominic Greene (mi vecino Mathieu Amalric) que hace negocios con un dictador latinoamericano al que llamaremos, por ejemplo, «Pinochet». Bond descubre que tras él está la hija de un ex militar, ex colega de Pinochet, que fue asesinado bajo sus órdenes, al que podriamos llamar sin ningun tapujo algo así como « Carlos Prats ». Esta hija bien podria ser Sofia Prats, interpretada por la bella Olga Kurylenko.
Aquí los Michael Townleys ligados a la CIA (el personaje de Felix Leiter, por ejemplo) y los Mamos Contreras locales ( de esos hay cientos) abundan en el film, pero ahí está 007 para darles su merecido.
« Quantum of Solace » nos da un tour del mundo por Siena, Austria, Haití (filmado en Panamá y donde nunca supe si el alcalde había gritado « Panamá no es Haití !! »), entre otros sitios turisticos.
El desierto de Atacama, sin embargo, aparece al final y se reduce a la entrada del Observatorio Cerro Paranal, del cual utilizan sólo el Hotel high-tech, y la estación de trenes de Baquedano. De Sierra Gorda y su alcalde, no vemos nada. Yo sólo esperaba que James Bond también le diera una buena frisca.
Lo mas interesante de esta nueva entrega de 007 es esa visión geopolítica ligada a la infiltración de la CIA y de intereses económicos como sustento de las dictaduras latinoamericanas. Este tema hace un fuerte eco con Chile y su historia reciente. Lo que es increíble es que Bond, James Bond haya estado ahí -al menos en la pelicula- para darle su merecido a un Pinochet de plástico, interpretado por el mexicano Joaquín Cosio. Lamentablemente, la realidad supera a la ficción y el dictador muere impune al final... en la historia real, claro.
Quizás Bond, inglés puro y duro, se dio cuenta demasiado tarde que no habría que haberlo enviado de vuelta a Chile cuando lo tuvo en sus garras en Londres hace algunos años, sino que habría que haberlo dejado bajo siete llaves en una prisión de alta seguridad custodiada por alguno de sus colegas o por él mismo, con su traje Tom Ford.
NL
Etiquetas: 2008